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«A Masako no se le autorizó a realizar viajes internacionales. Esto le ha hecho sufrir mucho. Lo cierto es que ha habido intentos de anular la carrera y la pe
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«A Masako no se le autorizó a realizar viajes internacionales. Esto le ha hecho sufrir mucho. Lo cierto es que ha habido intentos de anular la carrera y la personalidad de Masako», afirmó el príncipe heredero Naruhito, el futuro emperador de Japón, ante cientos de periodistas convocados el 10 de mayo de 2004 en palacio. Estas palabras aún resuenan en la mente de todo el país, pues constituían un inaudito precedente en la historia de la familia imperial. Por primera vez, los japoneses supieron que se tambaleaba el entramado de la venerada institución imperial. Pero ¿a quién acusaba Naruhito? ¿Qué había detrás de sus palabras?Algunos medios se refieren a Masako como una mariposa prisionera, pues tiene cerrada la salida de la Casa Imperial. Su gran consuelo es que es una mariposa muy querida, querida por Naruhito y por la mayoría de los japoneses. Muchas personas de otras partes del mundo también simpatizan con ella. Por tanto, el destino de esta mujer va más allá de la tragedia individual.Autosuficiente, exitosa y encantadora, la princesa Masako hechizó al mundo entero en su boda. Sin embargo, su vida y su felicidad estaban amenazadas por tradiciones seculares, una lucha generacional y fuertes sentimientos humanos. Una conmovedora historia de amor que revela un mundo hasta ahora inaccesible tras el telón del crisantemo.