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Para Javier Verdaguer, oscuro contable de una compañía de seguros, el cine constituye una forma de evadirse de sus frustraciones sociales y de sus desgracias
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Para Javier Verdaguer, oscuro contable de una compañía de seguros, el cine constituye una forma de evadirse de sus frustraciones sociales y de sus desgracias y miserias familiares. Su búsqueda insaciable, en extrañas tiendas para coleccionistas, de objetos relacionados con su venerada Jodie Foster, lo conduce hasta personajes enajenados, como él, por otros mitos cinematográficos. La inquietante Filmoteca Soledad, un cineclub en el que cada espectador puede ver sin interrupción la misma película durante varios días, es LA VENTANA PINTADA que sólo le es permitido traspasar a los devotos de la imagen que no temen encontrarse con una realidad diferente, con la destrucción o la locura y la irrupción en lo cotidiano de lo inexplicable e irracional. En esta apasionante novela, JOSÉ CARLOS SOMOZA levanta un mundo subyugador y misterioso que es, a su vez, metáfora de muchos de los deseos, sueños y obsesiones de la sociedad actual.