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«La Habana que leerán aquí es La Habana de mis vivencias, la de mis andanzas, pero también la de mis lecturas, la de mis escritores predilectos, la de mis f
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«La Habana que leerán aquí es La Habana de mis vivencias, la de mis andanzas, pero también la de mis lecturas, la de mis escritores predilectos, la de mis fantasmas elegidos por mí, o yo elegida por ellos. Es La Habana de mi madre, y a la falta de mi madre, La Habana se convirtió en mi madre, una madre lejana y siempre añorada. Es La Habana pendenciera y bambollera (aspaventosa) de mi padre. La Habana particularmente creyente y gozadora de mi abuela. La Habana de mi generación, nacida en un año fatídico, en 1959.»