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Un coche fue la primera propiedad que tuvo el entonces príncipe de Asturias, Don Juan Carlos de Borbón. Un mini azul que le hizo sentirse libre y del que aún
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Un coche fue la primera propiedad que tuvo el entonces príncipe de Asturias, Don Juan Carlos de Borbón. Un mini azul que le hizo sentirse libre y del que aún tiene un emocionado recuerdo. Un coche fue el motivo de que Antonio García Trevijano, uno de los más diligentes republicanos de la dictadura franquista, engañara durante meses al actual rey de España a base de kilómetros, velocidad y fiestas. Los coches han sido una de las obsesiones del monarca y al volante de cada uno de ellos ha vivido decenas de situaciones que el periodista Jaime Peñafiel relata en las páginas de este libro. Tales son el viaje durante el que se quedó dormido en el hombro de Franco, la mañana en la que un ciclista resultó herido por la mala conducción de Don Juan Carlos y sobornado por sus acompañantes, la multa de tráfico que recibió su esposa, la reina doña Sofía, mientras veraneaban en Mallorca, los tres Pegasos adquiridos por Franco en los que viajó la princesa Letizia el día de su boda y otras historias que no nos hablan de motores, caballos o fuselajes, sino de los secretos que guardan sus carrocerías y que en más de una ocasión podrían haber cambiado algunos matices de la Historia. Por ello, Peñafiel no acaba su relato con los automóviles que fueron propiedad de las diferentes casas reales españolas o europeas, sino que nos habla también de personajes que viajando sobre cuatro ruedas vivieros experiencias decisivas a veces para el pueblo, como es el accidente de Lady Di, a veces para el mundo, como el asesinato del presidente John F. Kennedy.