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Francisco de Goya retrató como nadie a las mujeres. Vio la sencilla dignidad de Sabasa García, la determinación y desenvoltura de la marquesa de Pontejos, la
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Francisco de Goya retrató como nadie a las mujeres. Vio la sencilla dignidad de Sabasa García, la determinación y desenvoltura de la marquesa de Pontejos, la inteligencia en la mirada de la marquesa de La Solana, la seguridad que irradia la postura nada convencional de la marquesa de Lazán, sin olvidar el cómplice misterio que rodea a la sin par duquesa de Alba o la ternura envolvente que emana la condesa de Chinchón.Si se observan detenidamente los cuadros de este pintor, se pueden descubrir innumerables detalles que desvelan la naturaleza de los que posaron para él, así como la relación que mantenía con ellos. Pero es en los retratos femeninos donde Goya demuestra una mayor consideración y sensibilidad, y donde consigue reflejar mejor el carácter de sus protagonistas.Tras una introducción que nos acerca a la biografía de Goya, Natacha Seseña indaga en el entorno afectivo del pintor a través de las cartas a su amigo Martín Zapater y analiza la situación de la mujer en los siglos XVIII y XIX, con sus luces y sus sombras. Y con este telón de fondo, va desgranando también, una a una, las vidas de las mujeres más representativas en la pintura de Goya. Profusamente ilustrado, este libro nos ayuda a descubrir aspectos desconocidos de la vida y la obra del gran precursor del arte contemporáneo.Dossier de prensa sobre el libro (pdf)Noticia publicada en ABC, El País, El Mundo y La Razón (pdf)